Avances en biología sintética despiertan alertas sobre riesgos ecológicos
La biología sintética ha logrado crear bacterias espejo, que podrían evadir sistemas inmunológicos y provocar crisis ecológicas y sanitarias globales.
La biología sintética ha alcanzado un avance sorprendente con la creación de organismos basados en moléculas de quiralidad opuesta a las encontradas en la naturaleza. Estas "bacterias espejo", aunque representan un logro tecnológico importante, también plantean un grave riesgo ecológico y sanitario. Según un reciente estudio publicado en Science, estas formas de vida sintética podrían evadir los sistemas inmunológicos de humanos, animales y plantas, generando un impacto catastrófico en el medio ambiente y la biodiversidad global.
La quiralidad, descubierta en 1848 por Louis Pasteur, es la propiedad geométrica que hace que ciertas moléculas sean imágenes especulares no superponibles, como nuestras manos. Todos los seres vivos conocidos comparten una orientación quiral específica: el ADN con nucleótidos dextrógiros y las proteínas con aminoácidos levógiros. Las bacterias espejo, al invertir esta configuración, crean estructuras moleculares que los organismos actuales no pueden reconocer ni procesar, evadiendo así los mecanismos naturales de defensa.
Los riesgos sanitarios y ecológicos que podrían desencadenar las bacterías espejo
Estas bacterias podrían causar infecciones mortales incontrolables, ya que son invisibles para los sistemas inmunológicos y resistentes a los procesos de degradación naturales. En el ecosistema, podrían desplazar a especies naturales, alterando cadenas alimenticias y ciclos biológicos. El impacto económico sería devastador, especialmente en la agricultura, que depende de ecosistemas equilibrados. La quiralidad invertida también hace ineficaces tratamientos tradicionales, agravando las consecuencias de posibles brotes infecciosos.
Aunque la creación de bacterias espejo todavía enfrenta barreras técnicas, los avances recientes en biología sintética han acercado esta posibilidad. Se han sintetizado proteínas y ácidos nucleicos espejo, inicialmente destinados a fármacos no degradables, lo que allana el camino hacia organismos completos con quiralidad invertida. Esto genera un dilema ético y ecológico, ya que los beneficios potenciales de estas tecnologías se ven eclipsados por los riesgos de una dispersión accidental.
El desarrollo de bacterias espejo simboliza el doble filo de la biología sintética: un potencial innovador con riesgos incalculables. Ante este panorama, los expertos instan a la comunidad global a detener cualquier investigación que facilite su creación y a establecer regulaciones internacionales estrictas. Solo mediante la colaboración entre científicos, gobiernos y sociedad civil será posible prevenir una crisis ecológica y sanitaria de proporciones devastadoras.