Innovaciones que buscan controlar el calor en las ciudades
Ante la constante elevación de temperatura debido al cambio climático, científicos desarrollan tecnologías avanzadas para reducir el impacto del calor en las ciudades.
El verano de 2024 se anuncia como uno de los más calurosos en la historia reciente, con temperaturas que podrían alcanzar los 50 °C en lugares como Nevada, Egipto y Australia. Este fenómeno de temperaturas extremas no solo agrava la escasez de agua y daña cultivos, sino que también sobrecarga redes eléctricas y causa estragos en la salud humana. En respuesta, científicos están desarrollando tecnologías innovadoras para enfriar las ciudades y reducir el consumo de electricidad.
Para enfrentar este desafío, se han propuesto varias soluciones tecnológicas. Entre ellas, los acondicionadores de aire de alta eficiencia y los materiales que mantienen las superficies frías sin consumir electricidad destacan por su potencial. Estos incluyen la bomba de calor electrocalórica y los materiales superfríos:
- Bomba de calor electrocalórica: desarrollada por en Luxemburgo, esta tecnología se basa en el enfriamiento electrocalórico. Utiliza un campo eléctrico para reorganizar los átomos en una cerámica aislante, generando enfriamiento cuando se apaga el campo. Esto evita el uso de refrigerantes dañinos para el medio ambiente y podría ser una alternativa más eficiente a los sistemas tradicionales.
- Materiales superfríos: estos materiales tienen la capacidad de reflejar la mayoría de la radiación solar y emitir calor de manera efectiva, haciéndolos más fríos que su entorno. Esta tecnología ha podido mantener superficies hasta 5 °C más fría que la temperatura ambiente. Los recientes avances incluyen aerogeles superfríos que utilizan ADN de salmón y gelatina para enfriar superficies hasta 16 °C por debajo de la temperatura ambiente.
Otra innovación prometedora es la tecnología del pavimento fresco que están en prueba en Arizona. Se ha comparado el impacto de un revestimiento de asfalto claro versus uno oscuro, demostrando que el pavimento fresco puede reducir la temperatura de la superficie en 8 °C y la del aire en 0,8 °C. Este tipo de soluciones, aunque aún en desarrollo, prometen ser efectivas para reducir el consumo de energía y mejorar la salud pública.
Las innovaciones son cruciales para mitigar los efectos del calor extremo que se está volviendo cada vez más frecuente. Aunque las soluciones actuales presentan promesas notables, su implementación generalizada y adaptación a diferentes entornos determinarán su impacto futuro en la lucha contra el calentamiento global. A medida que la tecnología avanza, la integración efectiva de estas soluciones será clave para enfrentar los desafíos climáticos venideros.