Nueva tecnología de enfriamiento promete reducir el impacto ambiental
La refrigeración ionocalórica promete un cambio ambiental al reducir emisiones y captar CO₂, superando a los sistemas convencionales utilizados en refrigeradores y aires acondicionados.
Investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley están explorando una solución prometedora para los problemas ambientales de los sistemas de refrigeración actuales: la tecnología de enfriamiento ionocalórico. Este avance podría reducir significativamente las emisiones generadas por dispositivos como aires acondicionados y refrigeradores, los cuales dependen de la tecnología de compresión de vapor y el uso de hidrofluorocarburos (HFC). Estos compuestos contribuyen al calentamiento global de manera alarmante, ya que se estima que hacia 2050 representarán hasta un 20% de las emisiones de CO₂.
La refrigeración ionocalórica opera mediante el uso de iones para inducir cambios de fase entre sólido y líquido, permitiendo que el material absorba y libere calor de forma más eficiente. A diferencia de los sistemas tradicionales, esta tecnología es altamente eficiente, segura y ambientalmente amigable, evitando el uso de gases refrigerantes que dañan la atmósfera. El ciclo ionocalórico ha mostrado resultados prometedores en pruebas de laboratorio, logrando cambios de temperatura de 25 grados Celsius con menos de un voltio de energía eléctrica, según los investigadores.
Drew Lilley y Ravi Prasher, líderes del proyecto, señalan que este sistema no solo podría reducir la huella de carbono, sino incluso convertir el CO₂ en un insumo útil, utilizando materiales como el carbonato de etileno que capturan carbono. Esto significa que, en lugar de ser solo una solución para la refrigeración, el sistema ionocalórico podría contribuir a mitigar la concentración de CO₂ en la atmósfera, generando un "calentamiento global negativo".
La tecnología de enfriamiento ionocalórico está en sus etapas iniciales de desarrollo, y aunque los resultados son talentosos, el equipo de Berkeley continúa explorando materiales y métodos para mejorar su rendimiento. La expectativa es que, mediante la experimentación con distintos componentes, puedan perfeccionar un sistema capaz de revolucionar el sector de la refrigeración, ofreciendo una alternativa verdaderamente sostenible.
En conclusión, el enfriamiento ionocalórico surge como una respuesta innovadora y viable ante la creciente demanda de sistemas de refrigeración eficientes y ecológicos. De ser implementado exitosamente, este avance podría transformar la industria de la refrigeración, ofreciendo una solución que no solo reduce el impacto ambiental, sino que también contribuye a enfrentar el cambio climático.