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Planeta en Verde
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Innovación ecológica: conservación de alimentos bajo tierra

Un nuevo método de conservación ecológica utiliza el aislamiento natural del suelo para mantener los alimentos frescos sin necesidad de electricidad.

Innovación ecológica: conservación de alimentos bajo tierra
Innovación ecológica: conservación de alimentos bajo tierra

La conservación de alimentos bajo tierra es una técnica que ha existido durante siglos, inspirada en los sótanos tradicionales utilizados antes de la invención de los sistemas modernos de refrigeración. Hoy en día, esta práctica renace con innovaciones como el Groundfridge , un dispositivo que aprovecha el aislamiento térmico natural del suelo para mantener alimentos y bebidas a temperaturas ideales, sin necesidad de energía eléctrica.

El Groundfridge se entierra en el jardín o patio a una profundidad suficiente para que la tierra circundante regule la temperatura de su interior, manteniéndola entre 4 y 15 grados Celsius. Estas condiciones son perfectas para conservar frutas, verduras y vino, entre otros alimentos perecederos. Su capacidad de almacenamiento es notable: 3.000 litros, lo que equivale a unos 500 kilogramos de alimentos, una cantidad que puede cubrir las necesidades de una familia durante meses.

Además de su funcionalidad, esta cápsula subterránea refuerza un enfoque sostenible al reducir la dependencia de sistemas eléctricos de refrigeración y minimizar el impacto ambiental. Diseñada con un ventilador regulable y una puerta segura, la estructura requiere poco mantenimiento y utiliza exclusivamente el poder de la naturaleza para preservar su contenido.

La instalación del Groundfridge implica cavar un espacio adecuado, de aproximadamente 2.5 x 2.5 metros y 2.2 metros de profundidad. Una vez colocado, puede cubrirse con tierra y vegetación para integrarse armoniosamente en el entorno. Este diseño no solo lo convierte en una solución práctica y ecológica, sino que también apela a un estilo de vida que combina modernidad con tradiciones antiguas.

Aunque este método renovado de conservación aún está disponible únicamente en Europa, su llegada a otros continentes podría marcar un cambio significativo hacia prácticas más sostenibles en la gestión de alimentos. Innovaciones como estas demuestran que el pasado sigue ofreciendo respuestas valiosas a los desafíos modernos.