Aprende a reducir el impacto ambiental de tu Smartphone

A lo largo del día, empleamos numerosas horas interactuando con nuestro dispositivo móvil, no siempre de manera moderada. Sus consecuencias, aunque invisibles, son devastadoras. Es crucial comprender que un teléfono inteligente, incluso antes de enviar su primer mensaje de texto, ya ha generado una huella ecológica, y esta continúa durante toda su existencia y aún después de ella.

De acuerdo con la base de datos NegaOctet, la fabricación de un solo teléfono requiere aproximadamente 90 mil litros de agua, además de un consumo energético equivalente a un largo viaje en auto a gasolina de 455 km. Además, los teléfonos móviles siguen emitiendo contaminantes durante toda su vida útil debido al uso de correos electrónicos, mensajes y llamadas.

Es fundamental conocer algunas acciones sencillas que pueden contribuir a reducir el impacto ambiental de nuestro teléfono móvil:

• Cuidar tu dispositivo: Aunque pueda parecer trivial, el cuidado adecuado de tu teléfono es esencial, especialmente desde una perspectiva ecológica. Recordemos que, según la ADEME, el 80% de las reparaciones (realizadas por profesionales) se relacionan con pantallas rotas.
• Utiliza el modo de ahorro de batería: Muchos usuarios piensan que esta función solo sirve para prolongar la carga de la batería, pero, en realidad, también tiene un impacto ambiental positivo, ya que reduce significativamente el consumo de energía y, por ende, la contaminación. Además, esto ayuda a extender la vida útil del dispositivo, impidiendo el agotamiento prematuro de la batería interna.

• Apaga los datos móviles cuando no los necesites: La tecnología digital actualmente representa el 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y se espera que para 2040, esta cifra aumente al 6 o 7%. Adoptando nuevos hábitos y apagando los datos móviles cuando no estén en uso, podrán contribuir a reducir esta alarmante estadística.
• Bloquea el spam: Desde hace tiempo, se nos ha anunciado sobre el impacto ambiental que provoca almacenar correos. Si bien eliminarlos también consumen la misma energía, según un estudio del grupo McAfee, el spam genera una contaminación equivalente a 1,6 millones de vueltas a la Tierra en automóvil. La mejor opción sería definitivamente bloquear el spam y organizar nuestros correos para eliminar aquellos que ya no son útiles.