El lago más grande del mundo se seca de manera alarmante

El Mar Caspio, la mayor masa de agua interior en el mundo, atraviesa una crisis ambiental sin precedentes. Con más de 6.400 kilómetros de costa, su nivel ha disminuido en las últimas décadas, afectando tanto a los ecosistemas que lo rodean como a las poblaciones que dependen de sus recursos. Este descenso, motivado por factores naturales y actividades humanas, amenaza con alterar profundamente el clima de Asia Central y poner en riesgo a diversas especies únicas del Caspio.

La reducción del nivel del agua en el Caspio ha sido notable en los últimos años. Solo en la última década, el mar perdió 114 cm de su caudal, afectando el aporte de humedad y lluvias a una región árida y generando problemas para el turismo, la agricultura y la pesca. Esta crisis, vinculada tanto a cambios climáticos como a la sobreexplotación de sus recursos, es preocupante para la sostenibilidad futura del Caspio, un mar vital para cinco países: Kazajistán, Irán, Azerbaiyán, Rusia y Turkmenistán.

A nivel ambiental, la contaminación y las actividades extractivas, principalmente de petróleo y gas, han dejado una marca imborrable en el Caspio. Según informes, más de 120.000 toneladas de desechos tóxicos se vierten anualmente en sus aguas. Este daño ecológico impacta gravemente a la fauna endémica, como el esturión del Caspio, clave en la producción de caviar, y la foca del Caspio, que ha visto reducida su población debido a la contaminación y la pérdida de hábitats.

Las comparaciones con el desvanecido Mar de Aral son inevitables y preocupantes. Ambos cuerpos de agua comparten un escenario de sobreexplotación y mal manejo de recursos, lo cual sirve como advertencia de lo que podría suceder en el Caspio si no se implementan políticas de conservación más estrictas. La disminución de su caudal genera también inestabilidad política en una región ya afectada por tensiones geopolíticas y disputas por el acceso a recursos cada vez más escasos.

Es fundamental que los países ribereños del Caspio actúen de manera conjunta para preservar el mar y evitar un desenlace desolador. Ante esta situación alarmante, se han iniciado esfuerzos internacionales con la esperanza de revertir el deterioro de este ecosistema esencial. Sin embargo, la falta de consenso y la explotación desenfrenada plantean un futuro incierto para el mayor mar interior del mundo.