Olas de calor extremos desafiaban predicciones sobre cambio climático
Un nuevo estudio revela zonas del planeta con olas de calor extremas, superando lo previsto por los modelos de calentamiento global, afectando la salud y el medio ambiente.
Las olas de calor extremas están desafiando las predicciones científicas sobre el cambio climático, afectando a regiones del planeta de maneras inusuales. Un estudio reciente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences revela un nuevo fenómeno: "invernaderos temporales". Este fenómeno se refiere a zonas del mundo donde las temperaturas superan con creces los márgenes que los modelos de calentamiento global habían anticipado, creando condiciones extremas para la salud humana, la agricultura y el medio ambiente. Estos puntos calientes se encuentran en todos los continentes, excepto en la Antártida.
El estudio, realizado por investigadores de Estados Unidos y Austria, presentó el primer mapa mundial que identifica estas regiones. Según el informe, las anomalías térmicas son especialmente preocupantes en áreas como China, Japón, Arabia, el este de Australia y varias partes de África, el Ártico y Sudamérica. En algunos de estos lugares, el calentamiento se está produciendo mucho más rápido de lo esperado, lo que plantea un reto en términos de adaptación y prevención.
Un caso emblemático de este fenómeno ocurrió en junio de 2021, cuando el noroeste del Pacífico experimentó una ola de calor sin precedentes. Durante nueve días, las temperaturas superaron los récords históricos, alcanzando 49.6°C en Lytton, Canadá. Trágicamente, el calor extremo desató un incendio forestal que devastó la ciudad. Este evento subraya la peligrosidad de los "invernaderos temporales" y su capacidad para desencadenar desastres naturales.
El análisis de los últimos 65 años ha identificado una distribución desigual de estas anomalías térmicas. Mientras que algunas regiones muestran un calentamiento acelerado, otras, como el centro-norte de Estados Unidos, Siberia y el norte de África, experimentan un aumento de temperatura menor al previsto. Los científicos están investigando posibles causas, como la desestabilización de la corriente en chorro debido al calentamiento acelerado del Ártico, lo que podría estar influyendo en la distribución de estos fenómenos extremos.
Aunque el estudio no ofrece respuestas definitivas, señala que la falta de preparación en algunas regiones para enfrentar olas de calor es alarmante. Zonas que históricamente no se vieron afectadas por temperaturas extremas, como el noroeste de Europa, están viendo un aumento acelerado de calor. En 2022 y 2023, este fenómeno contribuyó a miles de muertes, especialmente en poblaciones vulnerables que no cuentan con infraestructuras adaptadas.
El futuro parece aún más incierto. Con 2023 siendo el año más caluroso registrado hasta la fecha, los científicos advierten sobre las posibles consecuencias de este nuevo patrón climático. En los Estados Unidos, las olas de calor ya superan a otros fenómenos meteorológicos como huracanes y tornados en términos de muertes. Por esta razón, algunos expertos sugieren que estas olas sean nombradas, de manera similar a los huracanes, para sensibilizar a la población y los gobiernos sobre la importancia de estar preparados.