Marruecos apuesta por la sostenibilidad en su nuevo estadio gigante

Marruecos está construyendo lo que será el estadio más grande del mundo, el Gran Estadio Hassan II, ubicado en Casablanca. Con una capacidad para 115,000 espectadores, este coloso se erige en medio de un bosque en Mansouria, a 38 kilómetros al norte de la ciudad. Diseñado por el arquitecto Tarik Oualalou, el proyecto busca fusionar la arquitectura moderna con la tradición cultural marroquí, inspirándose en las tiendas utilizadas en los "moussem", reuniones anuales que simbolizan hospitalidad y comunidad.

El estadio, que comenzó su construcción en agosto de 2023, está diseñado para ser un espacio que dialogue con la naturaleza. Oualalou describe la estructura como una "membrana que respira", integrada en el paisaje y protegida por una gran cubierta que se extiende sobre el bosque. Además de ser un recinto deportivo, el proyecto incluye áreas verdes, un hotel, centros comerciales y una piscina, convirtiéndose en un complejo multifuncional que albergará a los equipos locales Raja y Wydad.

Con un presupuesto estimado de 478 millones de euros, el estadio no solo aspira a ser un ícono deportivo, sino también una propuesta cultural. Oualalou destaca que el diseño busca resaltar la hospitalidad marroquí, representada por la palabra "Marhaba" (bienvenido), y crear un espacio universal donde los visitantes puedan conectarse con la cultura local mientras encuentran elementos familiares de sus propias tradiciones.

El Gran Estadio Hassan II también apuesta por la sostenibilidad, contando con la certificación HQE (Alta Calidad Ambiental) y un enfoque ecológico que integra la naturaleza en su diseño. Oualalou enfatiza la necesidad de cambiar el paradigma arquitectónico, permitiendo que los edificios "respiren" y coexistan con el entorno natural, en lugar de aislarse de él. Este enfoque lo convierte en un candidato ideal para albergar la final del Mundial 2030, compitiendo con estadios emblemáticos como el Santiago Bernabéu y el Camp Nou.

El proyecto forma parte de la candidatura conjunta de Marruecos, España y Portugal para organizar el Mundial 2030, que también incluirá partidos en Argentina, Uruguay y Paraguay para conmemorar el centenario del primer torneo celebrado en Montevideo en 1930. Con su diseño innovador y su compromiso con la sostenibilidad, el Gran Estadio Hassan II no solo busca ser un legado deportivo, sino también un símbolo de la conexión entre cultura, naturaleza y tecnología.