Calidad del aire en Nuevo León alcanza niveles críticos

El estado de Nuevo León enfrentó una de sus peores jornadas ambientales debido al impacto del frente frío número 31. Con ráfagas de viento superiores a los 60 km/h, se registraron más de 239 incendios en lotes baldíos, lo que generó una densa nube de humo y polvo que cubrió gran parte del área metropolitana de Monterrey. Las autoridades de Protección Civil confirmaron que los siniestros se extendieron por varios municipios, incluyendo García y Santa Catarina, donde empresas químicas resultaron afectadas.

La situación se agravó por la falta de acceso al sistema de monitoreo de calidad del aire, el cual presentó fallas durante la mañana. Aunque el gobierno estatal atribuyó el problema a "causas externas", la imposibilidad de consultar los datos en tiempo real dejó a los ciudadanos desinformados sobre los niveles de contaminación en sus localidades. Finalmente, se activó una contingencia ambiental debido a las altas concentraciones de partículas PM10, producto de los fuertes vientos y la quema de pastizales.

Entre los municipios más afectados destacan Pesquería y Guadalupe, donde la calidad del aire alcanzó niveles "extremadamente malos". En tanto, San Nicolás de los Garza y Monterrey también registraron índices preocupantes de contaminación. Las autoridades informaron que brigadas de Bomberos, Protección Civil, la Sedena, la Guardia Nacional y la Conafor trabajaron sin descanso para controlar los incendios, algunos de los cuales afectaron hasta 23 hectáreas.

El especialista Abimael Salas señaló en redes sociales que las imágenes satelitales mostraban una extensa capa de humo negro sobre Monterrey, producto de los incendios en empresas químicas de García. Además, una capa de polvo proveniente del sur de Nuevo León y Tamaulipas empeoró la visibilidad y la calidad del aire. Aunque se espera que las condiciones mejoren pronto, la población sigue expuesta a riesgos respiratorios y cardiovasculares.

Esta crisis ambiental pone en evidencia la vulnerabilidad de la región ante fenómenos naturales y la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y respuesta. Mientras las autoridades trabajan para restablecer los sistemas de monitoreo, los ciudadanos exigen medidas concretas para mitigar los efectos de la contaminación y proteger su salud.