¿El crucero más grande del mundo puede ser realmente sostenible?
El Icon of the Seas, con capacidad para albergar casi 8,000 personas, despierta admiración y controversia sobre su impacto ambiental y su compromiso con la sostenibilidad.
En una majestuosa ceremonia el pasado 23 de enero el crucero más grande del mundo fue bautizado en el puerto de Miami como el Icon of the Seas. Con capacidad para albergar a casi 8,000 personas, es esencialmente una ciudad flotante de 365 metros de longitud. A pesar de su deslumbrante parque acuático y avanzadas características, la llegada del crucero ha avivado el debate sobre la sostenibilidad y el riesgo de contaminación ambiental.
Es bien sabido que los cruceros emiten grandes cantidades de gases de escape, como dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas. Estas emisiones contribuyen al cambio climático. Además, Estas embarcaciones generan enormes cantidades de desechos, tanto sólidos como líquidos al generar aguas residuales.
Sin embargo, la empresa espera que este crucero no solo sea un logro arquitectónico, sino también un paso en el camino hacia la transición a formas de transporte más sostenibles. La Royal Caribbean defiende su compromiso con la sostenibilidad al asegurar que el gran crucero establece nuevos estándares con tecnología de eficiencia energética, buscando reducir su huella de carbono y aspirando a ser un crucero de emisiones netas cero para 2035.
Aunque la compañía destaca las características sostenibles, como su uso de gas natural licuado (GNL) y un avanzado sistema de tratamiento de agua, los críticos ambientales cuestionan la dirección de la industria. La construcción de cruceros cada vez más grandes va en contra de los objetivos a largo plazo de sostenibilidad y preservación.
A pesar de los avances sostenibles que la empresa ha logrado implementar en el crucero más grande del mundo, aún quedan otras formas de contaminación que resolver como la acústica que genera no sólo la alteración de la vida marina, sino también la muerte de varios animales. Pues las actividades de los cruceros y el ruido de los motores generan grandes problemas para los animales acuáticos.