
La deforestación en la Amazonía colombiana cae un 33%
Colombia reporta una importante disminución de la deforestación amazónica gracias a acciones estatales y alianzas con comunidades, incluidas autoridades indígenas.

Durante el primer trimestre de 2025, la deforestación en la Amazonía colombiana experimentó una caída significativa del 33% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Así lo reveló un informe reciente del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), dependiente del Ministerio de Ambiente, que estima una pérdida total de 27,052 hectáreas entre enero y marzo, frente a las 40.219 hectáreas registradas en 2024.
La ministra de Ambiente, Lena Estrada, atribuyó este avance a una labor coordinada entre las autoridades nacionales, las comunidades locales y diversos organismos de control. Los departamentos que más contribuyeron a esta reducción fueron Meta, Caquetá y Guaviare, mientras que Putumayo registró un leve repunte. Sin embargo, Estrada advirtió que aún persisten zonas críticas, muchas de ellas ubicadas dentro de parques naturales con alta sensibilidad ecológica.
A pesar de los avances, las principales amenazas a los ecosistemas amazónicos continúan siendo la ganadería extensiva, la tala ilegal, el acaparamiento de tierras, la expansión de cultivos ilícitos y la construcción de vías no planificadas. Para enfrentar estas causas, el Gobierno ha fortalecido su estrategia de control con el apoyo de entidades como la Policía y la Fiscalía, logrando incluso la captura de personas vinculadas al propio Ministerio.
Una novedad destacada es la inclusión, por primera vez, de autoridades ambientales indígenas en las acciones contra la deforestación. Estas comunidades desempeñan un papel clave al tener presencia en regiones de difícil acceso y conocimiento profundo del territorio. La ministra subrayó que su colaboración es vital para garantizar resultados sostenibles en el tiempo.
En ese sentido, el Ministerio anunció una serie de encuentros regionales con representantes indígenas que culminarán en una reunión nacional en Bogotá. Esta agenda conjunta busca establecer mecanismos de coordinación y seguridad que fortalezcan la protección de los ecosistemas amazónicos y las condiciones de vida de quienes los habitan.