¿Son realmente ecológicos los popotes de papel?
Un reciente estudio demuestra que contienen sustancias resistentes a la degradación y que pueden desencadenar problemas de salud.
Un reciente estudio elaborado por científicos del departamento de biología de la Universidad de Amberes, Bélgica, ha arrojado conclusiones preocupantes sobre los popotes de papel ecológicas. Han descubierto que gran parte de estos popotes o pajitas, promocionadas como opciones ecológicas, contienen agentes químicos permanentes que son resistentes a la degradación y capaces de desencadenar problemas de salud.
La investigación se basó en los resultados obtenidos de un estudio similar realizado en Estados Unidos en 2021, el cual evidenció la presencia de estas sustancias en pajitas fabricadas con materias primas vegetales. Los expertos de la Universidad de Amberes emprendieron un análisis para verificar si esta problemática se repetía en Europa. Además, llevaron a cabo un estudio de diversos tipos de pajitas, incluyendo aquellas elaboradas a partir de papel, bambú, vidrio, plástico y acero inoxidable.
Se ha identificado alrededor de 4,700 sustancias catalogadas como PFAS, las cuales actúan como disruptores endocrinos y, según algunas investigaciones, podrían estar vinculadas con diversos tipos de cáncer. A pesar de ello, la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea sostiene que la ingesta de estos químicos no presenta un riesgo significativo para la salud, pero ha establecido límites semanales tolerables para algunas de estas sustancias.
Uno de los compuestos más comunes detectados fue el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que solía usarse en la fabricación de teflón y fue prohibido en contacto con alimentos por la FDA, extendiéndose esta prohibición a nivel global en 2020. Dicho compuesto está asociado con problemas como el alto nivel de colesterol, trastornos de la tiroides, supresión del sistema inmunológico y ciertos tipos de cáncer.
Aunque las concentraciones detectadas de PFAS sean bajas, el hecho de que sean bioacumulables es motivo de preocupación, ya que se acumulan en el cuerpo con el tiempo. Aunque no se ha determinado si estas sustancias químicas se incorporan durante la fabricación o si provienen de la contaminación. Aunque quedan incógnitas por resolver, los investigadores sugieren el uso de pajitas de acero inoxidable o incluso prescindir de las pajitas al consumir líquidos.