El planeta pierde entre el 2 y 6% de la biodiversidad cada década

Cada década, el planeta sufre la pérdida de entre el 2 y el 6% de su biodiversidad, según el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Esta disminución, impulsada principalmente por la actividad humana, afecta negativamente la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua, la salud pública y exacerba los efectos del cambio climático.

Argentina, con su vasta geografía y una economía que depende en gran medida de la explotación de recursos naturales, enfrenta serios retos en la preservación de su biodiversidad. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) señala que los desmontes de bosques nativos, los incendios forestales, la falta de regulación sobre los humedales y la disminución de presupuesto ambiental son factores clave de este deterioro. Solo entre 2000 y 2018, el país perdió 6.5 millones de hectáreas de bosques nativos, y en los últimos tres años más de 2 millones de hectáreas fueron arrasadas por incendios.

El informe IPBES subraya que la biodiversidad, el agua, los alimentos, el cambio climático y la salud humana están profundamente interconectados. Abordar estos temas por separado puede generar problemas adicionales. Por ejemplo, los sistemas agroalimentarios actuales, aunque contribuyen a la nutrición y salud global, también han provocado deforestación, contaminación y emisión de gases de efecto invernadero.

Para enfrentar esta crisis ecológica, los expertos proponen restaurar ecosistemas como bosques y manglares, esenciales para la regulación del agua y el secuestro de carbono. También promueven dietas sostenibles y prácticas agrícolas como la agroecología para minimizar el impacto ambiental. Estas medidas podrían satisfacer las necesidades alimentarias de la población mundial, mientras protegen la biodiversidad y los recursos hídricos.

La pérdida de biodiversidad es una problemática global que demanda soluciones integrales y urgentes. Argentina, como parte del contexto global, enfrenta un dilema entre el desarrollo económico y la sostenibilidad. La implementación de políticas centradas en la naturaleza no solo podría mitigar estos efectos, sino también garantizar un futuro equilibrado entre las necesidades humanas y la protección del entorno.