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Planeta en Verde
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¿Qué le espera al medio ambiente con Trump en el cargo?

La desregulación masiva, la expansión del fracking y una posible salida del Acuerdo de París podrían comprometer los esfuerzos internacionales contra el cambio climático.

¿Qué le espera al medio ambiente con Trump en el cargo?
¿Qué le espera al medio ambiente con Trump en el cargo?

La reciente investidura de Donald Trump como el 47.º presidente de Estados Unidos ha encendido las alarmas en torno al futuro ambiental global. Después de un período de avances bajo la administración de Joe Biden, las políticas climáticas podrían enfrentar un retroceso significativo, con efectos potencialmente devastadores para el planeta.

Durante su primer mandato en 2017, Trump desmanteló muchas de las iniciativas ambientales impulsadas por Barack Obama. Estas políticas, diseñadas para combatir el cambio climático, fueron vistas por Trump como barreras para el crecimiento empresarial. Su enfoque favoreció la eliminación de regulaciones ambientales y el impulso de combustibles fósiles, con un énfasis especial en el fracking.

Por el contrario, Biden restauró regulaciones clave, limitó la expansión de los combustibles fósiles y fomentó las energías renovables. Ahora, con Trump de regreso, se anticipa que muchas de estas políticas serán revertidas desde el inicio de su mandato.

El "dominio energético" de Trump: ¿Una solución o una amenaza?

El aumento de la producción de gas natural y petróleo mediante el fracking es un pilar fundamental de la estrategia energética de Trump. Aunque esta práctica incrementó la producción de crudo durante su primer mandato, también despertó preocupaciones por sus efectos ambientales. El fracking está asociado con contaminación del agua, emisiones de metano y riesgos de sismos.

Trump planea intensificar estas actividades abriendo más tierras federales y reduciendo los requisitos para los permisos. Sin embargo, expertos señalan que la falta de infraestructura para exportar gas natural licuado (GNL) podría dificultar la rentabilidad de estas iniciativas.

Una de las mayores amenazas es la posible salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, un acto que ya realizó Trump durante su primer mandato. Analistas como Amelia Hadfield, de la Universidad de Surrey, advierten que esta acción podría generar un efecto dominó, debilitando el compromiso global con la lucha contra el cambio climático.

Estados Unidos, como uno de los principales emisores de CO2, desempeña un rol crítico en los esfuerzos internacionales. Su retirada podría desincentivar a otras naciones a cumplir sus objetivos climáticos, obstaculizando los avances logrados en los últimos años.

 

Desafíos legales y políticos en el horizonte

El regreso de Trump también implica una mayor desregulación en la industria del petróleo y el gas, debilitando las capacidades de las agencias ambientales. Aunque se anticipan impugnaciones legales, la composición del poder judicial, inclinado hacia los republicanos tras los nombramientos de Trump, podría dificultar estos esfuerzos.

La incertidumbre política también afecta a los inversores, quienes dudan en financiar proyectos de energías renovables o combustibles fósiles debido a los constantes cambios de política entre administraciones. Esta falta de estabilidad perjudica la capacidad de Estados Unidos para liderar en el sector energético.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca plantea graves incertidumbres sobre el rumbo ambiental de Estados Unidos y sus repercusiones globales. La desregulación masiva, la expansión del fracking y una posible salida del Acuerdo de París podrían comprometer los esfuerzos internacionales contra el cambio climático. En un momento crucial para el planeta, el mundo observa con preocupación y expectativa los próximos pasos de la administración estadounidense.