El reciclaje electrónico puede impulsar la economía

En la contemporaneidad, el imparable avance tecnológico ha propulsado una revolución que, si bien impulsa la economía mundial, también genera una problemática ambiental significativa. Datos proporcionados por el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas revelan que aproximadamente 50 millones de toneladas de dispositivos electrónicos son descartados anualmente.

A medida que la tecnología transforma radicalmente nuestra forma de vida, la industria electrónica experimenta un crecimiento exponencial. En la última década, la proliferación de smartphones ha sido destacada, creciendo un 50%, según Statista.

Sin embargo, este progreso tecnológico conlleva una creciente responsabilidad ambiental. La falta de gestión de residuos electrónicos en América Latina, que recupera solo el 3% de sus desechos, según la ONU, resulta en una amenaza para los ecosistemas y la salud planetaria.

Luis García Torremocha, CEO de Movilex, subraya el potencial económico del reciclaje al afirmar que puede ser un motor económico generador de empleo y riqueza. No obstante, el desafío persiste, ya que, a nivel mundial, se recicla menos del 40% de los aparatos electrónicos.

“El reciclaje puede ser un motor económico. Es importante entender esta industria también como generadora de empleo y riqueza, ya que es un sector que puede incrementar el PIB de la región”, explica Torremocha.

A pesar de estas prometedoras proyecciones, el camino hacia la sostenibilidad económica requiere un cambio de paradigma. Es imperativo que los dispositivos electrónicos lleguen a empresas autorizadas para el tratamiento de estos residuos. Adoptar un enfoque consciente y sostenible de la innovación tecnológica se erige como la clave para construir un futuro donde la prosperidad económica coexista armoniosamente con la salud del planeta.

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