Tormentas de arena cubren varias zonas del norte de China

Varias áreas del norte de China fueron afectadas por una nube de arena y polvo, lo cual provocará clima arenoso y polvoriento junto con fuertes vientos que se espera que persistan hasta el domingo, según informó el Centro Meteorológico Nacional en un comunicado.

En ese sentido, varias escuelas públicas, así como muchas entidades tomarán medidas de precaución para resguardarse de la mala calidad del aire. Además, se prevé que una tormenta de arena se extienda en algunas partes de Mongolia Interior.

Asimismo, el centro meteorológico emitió una renovación de la alerta azul por tormentas de arena, que es el nivel más bajo en el sistema de avisos meteorológicos del país. Se espera que más de una docena de regiones, incluyendo grandes ciudades como Beijing y Shanghái, sean afectadas en algunas zonas por la presencia de arena y polvo en suspensión.

Al respecto, el director de la agencia, Gui Han, previamente indicó que el clima adverso comenzó el domingo en el sur de Mongolia y se propagó a varias regiones, incluyendo el norte y noroeste de China, a medida que el aire frío se desplazaba hacia el sur.

La baja visibilidad afectó al tránsito y la vista en edificios en Beijing, donde el índice de calidad de aire registrado por IQAir alcanzó un nivel de 540, clasificando la contaminación del aire como peligrosa. Por tal razón, que el Centro Municipal de Control Ecológico y Ambiental activó el nivel más alto de alerta por contaminación del aire en la capital.

Pero, ¿cómo se originó esto?

Según los expertos, la causa de este fenómeno se debe a la existencia de fuertes vientos que sumados a un frente frío, han ocasionado que el polvo acumulado durante la temporada seca en algunas regiones sea levantado y llevado por las corrientes hacia el centro del país. Este evento es muy complicado para predecir y controlar.

Aunque las autoridades no pueden detener la corriente de viento que lleva la arena y contamina el aire, han tomado medidas para mitigar la contaminación a través del control de otras fuentes, como el funcionamiento de fábricas. Es por ello que Pekín y su industria se han detenido para proteger la calidad del aire desde mediados de esta semana, en espera de que el viento siga desplazando la nube de arena hacia otras latitudes.