Contaminación electromagnética: ¿Qué es y cómo afecta?
El aumento en el uso de dispositivos y redes inalámbricas incrementa los niveles de contaminación electromagnética, lo que podría impactar negativamente en el entorno.
En la era digital moderna, la proliferación de dispositivos electrónicos y la expansión de redes Wi-Fi y 4G/5G han elevado significativamente la contaminación electromagnética (CEM) en nuestro entorno. Cada individuo contribuye inadvertidamente a esta huella, lo que despierta preocupaciones sobre los efectos potenciales en el medioambiente, la salud y el bienestar a largo plazo.
A medida que estos dispositivos se han vuelto omnipresentes, los niveles de exposición a campos electromagnéticos han aumentado considerablemente en la última década. Esta mayor exposición podría tener efectos negativos en la salud, como problemas de sueño, dolores de cabeza y trastornos neurológicos.
Hace una década, la exposición a campos electromagnéticos de baja frecuencia, como los producidos por electrodomésticos y líneas eléctricas, era relativamente baja, con niveles típicos en el hogar por debajo de 0.6 miligauss (mG). Sin embargo, con el aumento en el número de dispositivos y el uso intensivo de electricidad, estos niveles han crecido. Aunque se mantienen dentro de límites seguros, la mayor presencia de fuentes de emisión en espacios públicos y privados es notable.
El uso constante de teléfonos móviles, routers, repetidores y audífonos inalámbricos contribuye a una acumulación de CEM. Aunque estos aparatos están regulados para estar dentro de límites seguros, la exposición acumulativa sigue siendo una preocupación. La expansión de redes Wi-Fi y Bluetooth también ha aumentado la cantidad de radiación no ionizante en nuestros entornos cotidianos, haciendo fundamental el monitoreo y la gestión adecuada de esta exposición.
Mirando hacia el futuro, se prevé que la contaminación electromagnética aumente aún más en los próximos 5 a 10 años con la adopción de tecnologías como 5G, 6G, y el crecimiento del Internet de las Cosas (IoT). Innovaciones como vehículos autónomos e inteligencia artificial también contribuirán a esta tendencia. El monitoreo riguroso y la certificación de espacios, son esenciales para asegurar que vivamos en entornos saludables y seguros.