Cada minuto se cortan 1.3 millones de árboles en el mundo
Aunque grandes industrias como la agricultura juegan un papel crucial, muchos productos de la vida cotidiana también impulsan la deforestación de manera alarmante.
La deforestación avanza a un ritmo alarmante, amenazando la biodiversidad, el clima y el equilibrio ecológico global. Cada año se talan unos 15.3 mil millones de árboles en el mundo, equivalentes a 42 millones diarios o 1.3 millones cada minuto. Aunque la tasa de deforestación ha disminuido de 2015 a 2020, según la FAO, la pérdida de bosques sigue siendo alarmante.
Principales causas de la deforestación
La agricultura intensiva es el principal motor de la deforestación, responsable de más del 50% de la pérdida de bosques a nivel mundial. Para satisfacer la demanda de alimentos y productos agrícolas, se destinan grandes extensiones de tierra a cultivos.
Cultivos como la soja han impactado restrictivamente la selva amazónica, con cerca de 2.4 millones de hectáreas deforestadas solo entre 2000 y 2018. De esta misma suerte, la expansión de la producción de café, especialmente en América Latina, ha contribuido de manera considerable a la pérdida de bosques en la región. Entre 1990 y 2010, aproximadamente 2.5 millones de hectáreas fueron deforestadas en países como Brasil y Colombia para crear espacio destinado al cultivo de café.
Asimismo, la ganadería es responsable de aproximadamente el 80% de la deforestación en la Amazonía, afectando mayormente a países como Brasil y Argentina. Grandes extensiones de bosques tropicales son taladas para la creación de pastizales que sustentan a los rebaños. Este proceso de deforestación tiene consecuencias significativas, ya que además de liberar carbono al talar los árboles, el pastoreo intensivo degrada el suelo, reduce la capacidad del ecosistema para almacenar carbono y altera el ciclo hidrológico.
No obstante, en nuestra vida cotidiana, muchos productos aparentemente inofensivos también están ligados a la deforestación de una manera que a menudo pasamos por alto. Desde el papel que utilizamos en el trabajo hasta los muebles de madera en nuestros hogares, estos artículos comunes tienen un impacto considerable en los bosques del mundo.
- Pañales desechables: la producción de pañales desechables contribuye significativamente a la deforestación, ya que requiere grandes cantidades de pulpa de madera. Según una investigación de la organización estadounidense Greenpeace, la producción de estos en Estados Unidos consume alrededor de 3.4 millones de árboles al año.
- Productos de papel higiénico: este otro producto que contribuye a la deforestación debido a su alto consumo y baja tasa de reciclaje. Según la Fundación Nacional para la Conservación del Bosque (NCF), se estima que se utilizan aproximadamente 27,000 millones de rollos de papel higiénico cada año tan sólo en los EE.UU.
- Palillos chinos: se estima que alrededor de 25 millones de árboles cada año son talados solo para abastecer la demanda de palillos chinos, esto impulsado por la cultura asiática, especialmente en países como China, Corea, Vietnam y Tailandia.
- Bolsas de papel: aunque se consideran más ecológicas que las bolsas plásticas, también contribuyen a la deforestación debido a su producción en masa. Para producir una tonelada de papel se requieren entre 28 y 49 árboles, es decir, entre 2 y 3.5 toneladas de árboles.
Cada una de estas industrias refleja cómo las actividades humanas están vinculadas al deterioro del equilibrio ambiental. La deforestación no solo es un problema de grandes industrias; también está impulsada por productos cotidianos que usamos sin reparar en su impacto ambiental. Optar por alternativas sostenibles y reducir el consumo de estos bienes aparentemente inofensivos puede marcar una diferencia significativa.