José Quisocala: el prodigio peruano que revolucionó el sector financiero
Con solo 19 años ha desafiado el sistema bancario desde su infancia, combinando educación financiera y conciencia ambiental en un innovador proyecto.
Desde Arequipa, Perú, la historia de José Quisocala ha inspirado a muchos. A los 7 años, cuando la mayoría de los niños apenas empieza a entender el valor del dinero, José fundó el "Banco del Estudiante Bartselana". Esta iniciativa surgió de su preocupación por cómo sus compañeros malgastaban su dinero en cosas triviales. Desde entonces, su objetivo ha sido enseñar a los niños sobre el ahorro, vinculado a la preservación del medio ambiente.
El proyecto de Quisocala propone un modelo único: los jóvenes depositan residuos sólidos como plástico y papel, que luego se venden a empresas de reciclaje. El dinero obtenido se deposita en cuentas de ahorro, fomentando desde temprana edad una cultura financiera responsable y ecológica.
El impacto del banco fue inmediato, cambiando la forma en que los jóvenes de Arequipa manejan sus finanzas. Hoy en día, más de 8,000 jóvenes participan en el proyecto, que colabora con más de 30 colegios. Además, el banco ha llegado a Lima gracias a una alianza con la Municipalidad de Los Olivos.
Una de las iniciativas más innovadoras de José es la creación de cajeros automáticos ecológicos que permiten a los usuarios depositar botellas de plástico vacías, reconociendo el valor del residuo y acreditándolo en una cuenta del banco. Si la persona no es cliente, el dinero puede ser donado a organizaciones benéficas.
El éxito de Quisocala lo llevó a recibir una beca en el programa Dream Builder de la Thunderbird School of Global Management en Estados Unidos, donde adquirió más conocimientos sobre gestión empresarial. A su regreso a Perú, continuó expandiendo su banco, con planes de establecer una planta de gestión de residuos industriales en grandes empresas.
Con una visión de futuro, José busca llevar su modelo bancario a otros países como México y Colombia. Su enfoque no solo es promover la educación financiera, sino también concienciar a grandes corporaciones sobre la necesidad de adoptar prácticas sostenibles. "Quiero que las empresas se comprometan a reducir su impacto ambiental y sean más responsables con el planeta", afirma.
José Quisocala, el banquero más joven del mundo, ha demostrado que las ideas de los niños pueden cambiar el mundo, y su ambición de expandir su proyecto más allá de las fronteras de Perú es solo el comienzo de su impacto global.
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