EE.UU. suspende fondos para proyectos ambientales

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha decidido cancelar subvenciones por un valor de 20 000 millones de dólares destinados a proyectos de energía limpia y sostenible. Estos fondos, gestionados bajo el programa conocido como "banco verde", fueron aprobados durante el gobierno de Biden para impulsar iniciativas que combatan el cambio climático y promuevan la justicia ambiental. Sin embargo, la medida ha generado controversia y enfrentamientos políticos.

La decisión llega después de que la EPA congelara temporalmente las subvenciones, argumentando preocupaciones sobre posibles conflictos de intereses y riesgos de fraude. El administrador de la agencia, Lee Zeldin, describió el programa como un "lingote de oro" mal gestionado, donde el dinero de los contribuyentes estaba en manos de organizaciones sin fines de lucro con conexiones políticas y poca supervisión gubernamental. Zeldin aseguró que la cancelación era necesaria para garantizar transparencia y evitar el mal uso de recursos.

Tres de las organizaciones beneficiarias han presentado demandas contra la congelación de fondos, alegando que la medida afecta su capacidad para operar y cumplir con sus objetivos. Entre ellas, el Climate United Fund, con sede en Maryland, denunció que se le negó ilegalmente el acceso a 7 000 millones de dólares, lo que pone en riesgo su capacidad para emitir préstamos y pagar a sus empleados. Otras dos organizaciones, la Coalición por el Capital Verde y Power Forward Communities, también han tomado acciones legales.

El programa del banco verde fue creado en 2022 bajo la Ley de Reducción de la Inflación, con el objetivo de financiar proyectos que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque fue respaldado por los demócratas, los republicanos lo criticaron duramente, calificándolo como un fondo sin supervisión adecuada. Zeldin, quien asumió el cargo a finales de enero, ha sido un crítico abierto del programa, argumentando que representa un exceso de gasto y una falta de alineación con las prioridades de la agencia.

Mientras tanto, los demócratas han defendido el programa, acusando a Zeldin de actuar sin evidencia sólida y de favorecer los intereses de la industria de combustibles fósiles. El senador Sheldon Whitehouse, líder demócrata en el Comité de Medio Ambiente, calificó la decisión como un intento de socavar los esfuerzos climáticos y aumentar la dependencia de energías contaminantes.

El futuro del banco verde y sus proyectos climáticos sigue siendo incierto, mientras las demandas y las tensiones políticas continúan. Esta situación refleja los desafíos que enfrenta la transición hacia energías limpias en un contexto de polarización y disputas sobre el uso de fondos públicos.