Clasifican como "fauna nociva" a jaguares y venados en megaproyecto de Tren Maya
El contrato del Tren Maya ha causado polémica al contemplar medidas extremas para controlar fauna de la selva maya con sacrificios, reubicaciones y ahuyentamientos de especies.
La contratación de servicios para el manejo de fauna considerada nociva en el área de influencia del Tren Maya ha generado preocupación. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Tren Maya, S.A. de C.V. han designado a Susoma Soluciones Ambientales para llevar a cabo tareas como ahuyentar, capturar y, en casos extremos, sacrificar animales que puedan afectar la operatividad ferroviaria. Este proyecto busca garantizar la seguridad de pasajeros e infraestructura, pero ha puesto en el centro del debate la protección de especies en peligro de extinción.
El contrato especifica que estas medidas deben alinearse con normativas nacionales e internacionales que promueven el trato digno a los animales. No obstante, también contempla el sacrificio de ejemplares bajo la NOM-033-SAG/ZOO-2014, que establece métodos para minimizar el sufrimiento animal. Entre las especies consideradas peligrosas se encuentran mamíferos como jaguares, tapires y venados, así como aves, reptiles y anfibios, todos identificados como posibles riesgos para las operaciones ferroviarias.
Las acciones de mitigación incluyen el uso de trampas, redes y dardos tranquilizantes, además de la reubicación de animales hacia zonas alejadas. Además, se implementarán barreras naturales y bebederos para disuadir la presencia de fauna en las vías. Este enfoque busca equilibrar las necesidades del megaproyecto con la conservación de la biodiversidad, pero la inclusión de medidas drásticas ha generado inquietudes entre defensores del medio ambiente.
Con un costo de más de nueve millones de pesos, este servicio abarca siete tramos del Tren Maya, desde Palenque, Chiapas, hasta Escárcega, Campeche. Susoma Soluciones Ambientales también deberá realizar un análisis detallado de la fauna y proponer estrategias para minimizar futuros riesgos. Aunque se afirma que el trato digno y respetuoso es prioritario, los lineamientos permiten tomar decisiones controvertidas en aras de la seguridad.
El manejo de fauna en el Tren Maya refleja un desafío complejo: armonizar la protección ambiental con los intereses de un megaproyecto nacional. Mientras que las autoridades aseguran que se respetará la vida silvestre en la medida de lo posible, las medidas contempladas, como el sacrificio, destacan la tensión entre desarrollo y conservación en una de las regiones más biodiversas del país.