Gripe aviar se expande alarmantemente en la Antártida
Nuevos casos de gripe aviar HPAI H5N1 en pingüinos, palomas y lobos marinos revelan una expansión preocupante del virus en la península antártica.
La gripe aviar ha llegado a ser una verdadera amenaza en la Antártida, según recientes investigaciones del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO) del CSIC. El estudio señala una propagación significativa del virus en la región, donde previamente se había detectado en págalos y un elefante marino.
En un estudio internacional llevado a cabo por la Expedición Australis, se han identificado 14 nuevos casos de gripe aviar altamente patogénica (HPAI H5N1) en diversas especies animales en el norte de la península antártica.
La gripe aviar, conocida por su alta contagiosidad entre aves de corral y aves acuáticas, ha mostrado una preocupación creciente al adaptarse y propagarse entre la fauna salvaje. En el contexto antártico, la enfermedad ha afectado a pingüinos, palomas antárticas y lobos marinos, además de los págalos previamente identificados. Esta expansión del virus representa una grave amenaza para la biodiversidad de la región, poniendo en riesgo a diversas especies.
Los datos revelados durante la conferencia del Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR) en Chile detallan cómo el reanálisis de muestras recogidas en la Expedición Australis ha confirmado la presencia del virus en nuevas especies. El virus, inicialmente detectado en skuas y elefantes marinos, ahora también se encuentra en pingüinos de Adelia y palomas antárticas, con especial preocupación por los casos en la isla Heroína, donde se registraron altas tasas de mortalidad entre los pingüinos.
El avance del virus HPAI en la región antártica indica una expansión más extensa de lo que se había anticipado. Los científicos, liderados por Antonio Alcamí, han encontrado evidencia del virus en un rango más amplio de especies y en áreas más profundas de la península antártica, sugiriendo un impacto potencialmente devastador en las poblaciones de fauna local.
Este descubrimiento subraya la necesidad urgente de monitorear y gestionar la propagación del virus para mitigar sus efectos en el ecosistema antártico. La investigación continúa siendo crucial para comprender cómo la gripe aviar, una enfermedad originalmente limitada a aves, está afectando a nuevas especies y potencialmente cambiando la dinámica de la fauna antártica.