Los biocombustibles como alternativa frente al cambio climático
El biodiesel y el etanol anhidro son dos ejemplos de biocombustibles.
Para mitigar los efectos del cambio climático, el uso de biocombustibles se posiciona como la alternativa para generar una movilidad más sustentable y con menor impacto ambiental. Pero, ¿qué son exactamente los biocombustibles?
Estos son una alternativa a los combustibles fósiles. De acuerdo a la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos (LPDB) en México, los bioenergéticos son combustibles obtenidos de la biomasa proveniente de materia orgánica de diversas actividades primarias, como la agricultura.
Dos ejemplos de estos biocombustibles son: el biodiesel y el etanol anhidro. El primero se obtiene mediante un proceso químico llamado transesterificación. El otro es un tipo de alcohol etílico que tiene bajo contenido de agua.
En el caso del biodiesel, el 77% es producido a partir de aceites vegetales como la canola, mientras que el porcentaje restante está concentrado en aceites de cocina de desecho.
Cabe mencionar que Estados Unidos y Brasil son los dos países pioneros en el uso de este tipo de combustibles. Pues el país norteamericano es también el principal productor de biodiesel.
“Los sectores internacionales de biocombustibles están fuertemente influenciados por políticas nacionales con tres objetivos primordiales: brindar apoyo al productor, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la independencia energética”, señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para hacerle frente a los problemas climáticos que hoy ya se están empezando a visualizar a nivel global, las empresas e industrias deben inclinar su producción hacia estos nuevos esquemas que apuntan a ser más eficientes y ecológicos.