Perú pierde la mitad de sus glaciares y desafía la seguridad hídrica
El retroceso glaciar desencadena la formación de lagunas y amenaza a regiones críticas como Cusco y Áncash
Perú, un país conocido por su biodiversidad única y paisajes imponentes, enfrenta una crisis climática de proporciones alarmantes. Un reciente informe del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem) revela que el país ha perdido la mitad de sus glaciares, desencadenando una serie de consecuencias preocupantes para su población y su entorno natural.
El estudio, que examinó la situación en regiones críticas como Cusco y Áncash, identificó una pérdida significativa de masa glaciar, especialmente en áreas donde estos ecosistemas son vitales para la provisión de agua dulce. Paola Moschella, directora de Investigación en Glaciares del Inaigem, advierte sobre la magnitud del problema: "La reducción de glaciares se distribuye más o menos proporcionalmente en las regiones de Cusco y Áncash, lo que pone en riesgo su capacidad para abastecer de agua a las comunidades locales".
El impacto del retroceso glaciar se hace evidente con la formación de 45 lagunas nuevas en Cusco y 27 en Áncash. Estos cuerpos de agua, resultado del derretimiento de los glaciares, representan un peligro potencial para las poblaciones cercanas, ya que pueden desencadenar aluviones y desbordes. "Una laguna contiene menos agua que la que contenía el glaciar que antes estuvo allí", explica Moschella, subrayando la gravedad de la situación.
En Cusco, la pérdida del 6% de los glaciares en los últimos cuatro años ha llevado a una reducción de las reservas de agua dulce y ha afectado la capacidad de regulación de los caudales de los ríos, especialmente durante las épocas de sequía. Por otro lado, en Áncash, el retroceso glaciar ha generado un 5,6% de pérdida en el mismo período de tiempo, exacerbando el riesgo de desbordes de lagunas como Palcacocha y Parón, que amenazan a comunidades enteras.
Además de los peligros inmediatos, el retroceso glaciar también ha afectado la calidad del agua en algunas zonas, con la exposición de rocas que generan drenaje ácido, comprometiendo aún más la seguridad hídrica de la región.
Ante esta crisis, es fundamental implementar acciones urgentes para mitigar los efectos del cambio climático y proteger los ecosistemas vulnerables de Perú. El Inaigem, a través de sus investigaciones y monitoreos, está trabajando en estrategias de adaptación para enfrentar este desafío sin precedentes y preservar la riqueza natural del país.
Perú, con su patrimonio natural único y su diversidad cultural, se encuentra en un punto crítico de su historia. La pérdida de sus glaciares no solo amenaza su seguridad hídrica, sino también su identidad y su futuro. Es hora de actuar con determinación y solidaridad para enfrentar esta crisis y construir un futuro sostenible para las generaciones venideras.