
Construcción regenerativa redefine el desarrollo inmobiliario sostenible
La arquitectura regenerativa propone viviendas que no solo reducen su impacto ambiental, sino que también contribuyen a restaurar los ecosistemas dañados.

En la actualidad el sector de la construcción es responsable del 34% del consumo energético global y del 37% de las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía y los procesos industriales, según el informe "Global Status Report for Buildings and Construction 2024-2025" del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) . Ante esta realidad, surge la arquitectura regenerativa como una alternativa que no solo busca minimizar el impacto ambiental, sino también restaurar los ecosistemas afectados.
La arquitectura regenerativa promueve prácticas como el uso de materiales reciclados, sistemas de captación y tratamiento de agua, energías limpias y la integración de espacios verdes como huertos urbanos y bosques comestibles. Este enfoque es respaldado por el International Living Future Institute (ILFI) a través de la certificación Living Building Challenge (LBC), que establece estándares en siete áreas clave: ubicación, agua, energía, salud, equidad, belleza y materiales .
En México, el proyecto Reserva Santa Fe, ubicado en el Estado de México, se posiciona como pionero en la implementación de esta filosofía. Desarrollado por la firma Balance, liderada por Armando Turrent, este complejo residencial se construye en un terreno de 195 hectáreas, de las cuales el 86% se destina a áreas verdes y el 14% a viviendas de baja densidad. El proyecto busca obtener la certificación Living Community Challenge, siendo el primero en América Latina en aspirar a este reconocimiento.
Las viviendas en Reserva Santa Fe incorporan tecnologías sostenibles como aislamiento térmico avanzado, paneles solares y sistemas de calefacción eficientes, lo que permite reducir hasta un 30% la huella de carbono en comparación con construcciones convencionales. Además, se ha desarrollado una aplicación que informa a residentes y trabajadores sobre los más de 5,000 materiales prohibidos por el ILFI, fomentando prácticas de construcción responsables.
Este proyecto también implementa acciones concretas para la regeneración ecológica, como la reforestación de zonas degradadas, el tratamiento de aguas pluviales y negras sin el uso de químicos, y la creación de huertos orgánicos en áreas comunes. Reserva Santa Fe representa un modelo de desarrollo inmobiliario que busca armonizar el bienestar humano con la conservación del medio ambiente, ofreciendo una visión esperanzadora en tiempos de crisis climática.
