whatsappCompartir facebookCompartir twitterTwittear emailE-mail
copiarCopiar url
Share 10
Planeta en Verde
Campañas Enegizer 04 2024
Campañas Enegizer 04 2024
Campañas Enegizer 04 2024

Holanda innova con ataúdes ecológicos de hongos

Holanda presenta el primer féretro de micelio, que convierte los cuerpos en nutrientes en solo 3 años, reduciendo la contaminación y enriqueciendo el suelo.

Holanda innova con ataúdes ecológicos de hongos
Holanda innova con ataúdes ecológicos de hongos

En Holanda, una innovación funeraria está revolucionando la forma en que nos despedimos, convirtiendo el acto de morir en un gesto de regeneración para el planeta. Se trata de un féretro fabricado enteramente con micelio, la red vegetativa de los hongos, que no solo acelera la descomposición del cuerpo, sino que lo transforma en abono rico en nutrientes en apenas dos o tres años.

Este proceso contrasta con los ataúdes tradicionales de madera tratada, que pueden tardar más de una década en degradarse, liberando sustancias químicas dañinas en el suelo durante el proceso.

Este diseño pionero, bautizado como Living Cocoon ("Capa Viviente"), es el primero en su tipo y fue desarrollado por el investigador Bob Hendrikx en la Universidad Tecnológica de Delft. A diferencia de los féretros convencionales, que contienen barnices tóxicos, metales y plásticos de lenta degradación, este invento se reintegra al suelo en solo 30 a 45 días, eliminando toxinas y enriqueciendo el ecosistema. Además, el micelio tiene propiedades purificadoras, capaces de neutralizar contaminantes como pesticidas y metales pesados presentes en el cuerpo humano.

El micelio actúa como un reciclador natural, descomponiendo materia orgánica con una eficiencia superior a la de otros métodos de biodegradación. Para fabricar el ataúd, se extrae micelio puro de los bosques, se mezcla con aserrín de madera sostenible y se moldea en una estructura resistente que, en solo siete días, adquiere la consistencia necesaria para su uso. La idea surgió originalmente de un proyecto de viviendas ecológicas, pero evolucionó hacia una alternativa funeraria sostenible cuando Hendrikx reflexionó sobre cómo los hongos podrían ayudar a cerrar el ciclo de la vida de manera más armoniosa.

La iniciativa ya ha tenido su primera aplicación con una mujer de 82 años, marcando un hito en los rituales de despedida sostenibles. La empresa detrás del invento, Loop, ha establecido colaboraciones con funerarias y ha captado atención global, demostrando que incluso en la muerte es posible contribuir a la salud del planeta.