Desarrollo urbano acelerado amenaza metas de sostenibilidad global
Durante la COP29 se ha abordado la urbanización y la necesidad de mitigar los crecientes efectos del cambio climático en las ciudades para garantizar un futuro sostenible.
La urbanización acelerada y su impacto en el cambio climático han ocupado un lugar central en la agenda de la COP29 en Bakú. Según ONU-Hábitat, en los próximos 20 años, las ciudades recibirán 2 400 millones de personas adicionales, lo que exacerbará los efectos del cambio climático con un aumento de al menos 0.5 grados centígrados en las temperaturas urbanas.
La directora ejecutiva del organismo, Anaclaudia Rossbach, destacó la necesidad de una planificación y financiamiento adecuados para enfrentar los desafíos de las ciudades, que concentran actualmente el 50% de la población mundial.
Rossbach enfatizó que el rápido desarrollo urbano sin planeación afecta gravemente la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la cohesión social. Además, el sector de la construcción, responsable del 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, enfrenta el reto de edificar 96 viviendas diarias para alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030. Ante este panorama, Rossbach insistió en priorizar un uso eficiente del suelo, considerando tanto su función social como ecológica.
El turismo también se destacó por primera vez en una COP como contribuyente y víctima del cambio climático. En 2023, este sector generó el 3% del PIB global, pero su recuperación tras la pandemia no ha ido acompañada de una reducción significativa de su huella de carbono. Inger Andersen, directora del PNUMA, instó a los países a garantizar que esta industria adopte prácticas más sostenibles.
Un tema crucial en las negociaciones ha sido la financiación climática, con debates centrados en cómo garantizar los recursos para los países en desarrollo, particularmente los más vulnerables. Líderes de pequeños Estados insulares y naciones menos adelantadas exigen asignaciones mínimas anuales de hasta 220.000 millones de dólares, mientras que otros negociadores cuestionan las definiciones tradicionales de "país en desarrollo".
La COP29 subraya la urgencia de tomar medidas concretas para mitigar los efectos del cambio climático, desde la urbanización hasta el turismo y la financiación. La cooperación internacional y la voluntad de adaptación son esenciales para transformar los compromisos en acciones reales que responden a las necesidades sociales, económicas y ambientales de un planeta en crisis.