“Pasaporte de carbono”, una idea que busca limitar los viajes en avión por persona
Esta iniciativa emerge como respuesta ante el impacto excesivo de la industria de viajes en el medioambiente.
El año 2023 marcó un retorno triunfal para la industria de viajes, superando las cifras de demanda turística pre-COVID en varios países europeos durante el periodo vacacional de verano. Aunque esto representa un impulso económico, se encienden las alarmas ambientales. La industria aérea, siendo un contribuyente significativo a la contaminación, ha provocado la reflexión de expertos sobre la viabilidad de implementar un "pasaporte de carbono".
El transporte, incluyendo vuelos, trenes y automóviles, constituyó el 29% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2021, según la Agencia de Protección Ambiental. Los vuelos solos representan el 2,5% de estas emisiones, consumiendo una cuarta parte del presupuesto de carbono mundial para 2050. Con un aumento del 32% en las emisiones de CO2 de vuelos comerciales entre 2013 y 2018, la necesidad de abordar el impacto ambiental de la aviación es más apremiante que nunca.
Ante este panorama, Intrepid Travel, en colaboración con The Future Laboratory, propone una solución pionera: el "pasaporte de carbono". Este sería un documento esencial para los viajeros, limitando la cantidad de emisiones permitidas por persona anualmente. Con la amenaza de impedir volar a quienes excedan su asignación, la propuesta busca alinear los viajes con el presupuesto global de carbono, fijado en 750,000 millones de toneladas hasta 2050.
Aunque el concepto de pasaporte de carbono es especulativo y carece de anuncios oficiales, refleja una tendencia creciente hacia medidas ambientales en la industria de viajes. Países como Bélgica y Francia ya han implementado cargas fiscales y prohibiciones de vuelos de corta distancia. Sin embargo, la resistencia pública y la complejidad operativa podrían obstaculizar la materialización de esta innovadora propuesta.