El océano es la séptima economía mundial
Muchas de las actividades económicas que ocurren en el agua permanecen sin regulaciones.
La economía relacionada con los océanos, conocida como "economía azul", es una de las principales fuentes de empleo a nivel global, generando millones de puestos de trabajo. En particular, el sector alimentario emplea una impresionante cifra de 237 millones de personas. A pesar de ello, muchas de las actividades económicas que ocurren en el agua permanecen invisibles para la mayoría.
Entre las amenazas más urgentes y menos conocidas se encuentra la minería submarina, un proceso innovador de extracción de minerales que ilustra perfectamente la creciente importancia de los mares en la producción mundial.
Minerales como el cobalto, el níquel y el manganeso son sumamente requeridos por la industria tecnológica y han comenzado a ser extraídos del fondo marino, donde existen grandes cantidades. Sin embargo, todavía se desconocen en gran medida los efectos de esta actividad.
A pesar de su demanda por parte de las grandes industrias, la técnica de minería submarina aún no está regulada. Esto plantea un desafío ya que las empresas pueden operar en aguas internacionales, escapando así de la soberanía de los países.
En respuesta a esta problemática, se ha propuesto un Tratado Global del Océano que busca designar el 30% de los mares como zonas protegidas para salvar la naturaleza marina y, sobre todo, alejarlas de la explotación minera.
Si bien este documento representa un primer paso para regular las áreas marinas fuera de las jurisdicciones nacionales, que representan el 60% de los océanos en todo el mundo, no es una solución definitiva.
La falta de regulación plantea entonces una amenaza significativa para este importante recurso natural y su biodiversidad. Por tanto, es fundamental que los países y las organizaciones trabajen juntos para establecer normas efectivas y promover la sostenibilidad en la "economía azul".