Biocombustibles de aceite usado enfrentan dudas sobre sostenibilidad
La dependencia del aceite de cocina usado para biocombustibles plantea dudas sobre su autenticidad, sostenibilidad y el impacto en la independencia energética.
En la búsqueda de descarbonizar sus economías, tanto gobiernos como empresas han explorado alternativas a los combustibles fósiles, especialmente en el sector del transporte, que es uno de los mayores generadores de emisiones. Una de las opciones que ha ganado popularidad es el aceite de cocina usado (UCO, por sus siglas en inglés) como base para producir combustibles renovables. Sin embargo, ha suscitado crecientes dudas, especialmente en las economías más desarrolladas que dependen de importaciones para satisfacer la demanda.
Un reciente análisis de Transport Environment pone en duda la viabilidad del UCO como combustible alternativo, señalando tres problemas principales. En primer lugar, la alta demanda de UCO ha llevado a una dependencia energética de las importaciones, muchas de ellas provenientes de países como China. Esta situación no solo genera riesgos de competencia desleal, sino que también amenaza la independencia energética de regiones como la Unión Europea. Además, existe la posibilidad de que productos importados no cumplan con las normativas, lo que podría complicar aún más la situación.
El segundo problema se refiere a la sostenibilidad y recolección del UCO. La baja tasa de recolección de este aceite en países europeos, sumada a prácticas fraudulentas en algunos países exportadores, genera incertidumbre sobre la autenticidad y sostenibilidad del UCO importado. Esto plantea la necesidad de mejorar los sistemas de certificación y verificación para asegurar que el aceite utilizado en biocombustibles sea realmente de origen sostenible.
Ante estas preocupaciones, el informe sugiere que la Unión Europea refuerce sus normativas y criterios de evaluación, en lugar de depender de la buena fe de los países exportadores. Esto ayudaría a garantizar que los biocombustibles utilizados en su territorio cumplan con los estándares de sostenibilidad y autenticidad, reduciendo los riesgos asociados con la importación de UCO de dudosa procedencia.
Como alternativas al uso de UCO, el análisis propone la electrificación y los combustibles renovables de origen no biológico, como el hidrógeno y los hidrocarburos sintéticos. Estas opciones, más limpias y escalables, podrían jugar un papel crucial en la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como el transporte aéreo y marítimo.